Viajemos 2000 años atrás con la mente; Jesús cargado de desprecios es llevado, por el Sanedrín, ante Pilato que no da crédito a lo que ven sus ojos; Jesús que tanto bien ha hecho a todos es acusado de malhechor. Sabe que lo han entregado por envidia (Mt 27,18) e intenta disuadir a sus acusadores. Tentativa inútil. El odio pesa más que la razón. Pilato se admira ante tamaña irracionalidad. No tiene nada que ver con la religión de este pueblo pero aún así insiste y les dice por tres veces: "¿Pero… qué mal os ha hecho? (Lc 23,22). Nada que hacer y es que el odio impide pensar, avasalla el sentido común. Hoy vivimos en ciertas partes de Europa la misma irracionalidad: imágenes destrozadas, cruces arrancadas, mutiladas…, Santas Hostias profanadas... y ante tanta sin razón resuena nuevamente la voz de Pilato… ¿Pero qué mal, qué daño os ha hecho Él? Tampoco hay respuesta no puede haberla porque el odio es dueño y señor de la mente de quienes así actúan impidiendo el razonamiento. Bueno, sí hay respuesta… la misma que hace 2000 años: ¡Padre, perdónales, no saben lo que hacen...!
Ojalá nosotros que creemos en Él, con Él digamos: ¡Perdónales… no saben lo que hacen!
P. Antonio Pavía - comunidadmariamadreapostoles.com
Ojalá nosotros que creemos en Él, con Él digamos: ¡Perdónales… no saben lo que hacen!
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