Cómo decirte, que mi alma te añora.
Cómo decirte, que mi alma te ansía.
Cómo no decirte, que siento la brisa de tu aliento en mi pecho… Sería… como negar mi deseo.
Cómo decirte, que siento a mi alma suspirar en tu silencio, que siento que desea volar a tu encuentro y que, si mil veces me dieras vida, mil veces moriría por sentir este amor que me seduce por dentro.
Cómo no sentirte mi Señor, si cierro mis ojos y ahí estas tu mirándome, con la dulzura de los tuyos tan profundos y eternos. Cómo no sentirte, si elevas al cielo mis ojos, dando alas a mi alma que como un ave se eleva hacia un cielo azul intenso.
Cómo decirte que ese cielo eres Tú.
Como no decirte, mi dulce amor que, mire a donde mire, mi camino… siempre has sido Tú.
Cómo decirte, que las cosas del mundo no me satisfacen, y que cuando surge la fiera, esa que desprecio, me siento indigna de vuestro amor. Prisionera estoy en este cuerpo, prisionera de lo que no deseo…
Te miro y me miras, y tu sonrisa viene a mi encuentro…
¨tranquila ¨, me dices, ¨todo está en calma … ¿no ves la luz del sol como lo sondea todo?
Observa…observa el cielo,
Mira…mira todo lo creado por mí, ¿acaso no lo ves?... todo lo hice para tí… el agua cantarina, el canto de los seres alados, aquellas montañas, las nubes bajo la bóveda del cielo… qué has de temer si estoy a tu lado… si vivo en tí.
Cómo decirte, que mi alma te ansía.
Cómo no decirte, que siento la brisa de tu aliento en mi pecho… Sería… como negar mi deseo.
Cómo decirte, que siento a mi alma suspirar en tu silencio, que siento que desea volar a tu encuentro y que, si mil veces me dieras vida, mil veces moriría por sentir este amor que me seduce por dentro.
Cómo no sentirte mi Señor, si cierro mis ojos y ahí estas tu mirándome, con la dulzura de los tuyos tan profundos y eternos. Cómo no sentirte, si elevas al cielo mis ojos, dando alas a mi alma que como un ave se eleva hacia un cielo azul intenso.
Cómo decirte que ese cielo eres Tú.
Como no decirte, mi dulce amor que, mire a donde mire, mi camino… siempre has sido Tú.
Cómo decirte, que las cosas del mundo no me satisfacen, y que cuando surge la fiera, esa que desprecio, me siento indigna de vuestro amor. Prisionera estoy en este cuerpo, prisionera de lo que no deseo…
Te miro y me miras, y tu sonrisa viene a mi encuentro…
¨tranquila ¨, me dices, ¨todo está en calma … ¿no ves la luz del sol como lo sondea todo?
Observa…observa el cielo,
Mira…mira todo lo creado por mí, ¿acaso no lo ves?... todo lo hice para tí… el agua cantarina, el canto de los seres alados, aquellas montañas, las nubes bajo la bóveda del cielo… qué has de temer si estoy a tu lado… si vivo en tí.
(Loles)
comunidadmariamadreapostoles.com
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