viernes, 4 de octubre de 2019

Reflexiones sobre el Evangelio del Domingo 27 Tiempo ordinario ciclo C  (Lc 17,5-10)

Impactante la petición que los Apóstoles hacen a Jesús : "Señor aumenta nuestra fe"..  Es como un grito del alma que no nos es ajeno y lo sondeamos a la luz de  la exhortación dada por Pablo a los cristianos de Roma: La fe nace de la predicación del Evangelio de Jesus..(Rm 10,17). Sabemos que la fe es don de Dios, pero Él no la concede caprichosamente tocando con una varita mágica a unos sí y a otros no; la fe se busca, como vimos en Pablo en la escucha del Evangelio, penetrando en sus entrañas oyéndololo y leyéndolo con amor pasional, con auténtica hambre y sed como nos dice el Salmista (Sl 63,2)... Más aún, la fe se busca dejando de lado seguridades que frenan nuestros pasos. Fijémonos en María Magdalena. Había oído decir a Jesús que sería condenado, crucificado pero que resucitaría al tercer día (Mc 10,34). Esta mujer guardó éstas palabras en su corazón y muerto Jesús, quiso por sí misma verificar si todo era una ensoñación de un loco o la Gran Verdad que necesitaba para recibir la Vida.. Arriesgándose, se dirige de madrugada, sola, hacia el sepulcro, atravesando las murallas de Jerusalén que servían de guarida a los salteadores de caminos. Su búsqueda, repito asumiendo grandes riesgos, culminó con el encuentro indescriptiblemente gozoso con Jesús Resucitado que la llamó por su nombre (Jn 20,16).
Antonio Pavía-Misionero Comboniano
comunidadmariamadreapostoles.com

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