lunes, 15 de noviembre de 2021

VENCER AL MAL CON SU OPUESTO

Ante la impotencia por la realidad que no entiendo.
Ante la rabia por la necedad y la tristeza de la ceguera del hombre.
Ante mi desesperación por el mundo que contemplo, tus brotes, como los de la higuera, gritan “sí” desde tu Cruz,
Gritan y muestran que hay que morir para vencer, morir con misericordia, superando la soberbia del enfado y la rebeldía.
Morir como tú, para vencer, escandalizar lo humano y amar hasta el final.
Vencer el mal con su opuesto. Ponerle cara de amor al rostro de la ignominia.
Comprender esta verdad y caer ante tu Cruz para entender que no hay que buscar razones, razones del mal del mundo, solo hay que morir, morir por los otros.
Qué difícil comprender la razón de tu victoria, tu cruz y tu entrega.
Pero qué fácil ver con los ojos del alma, los brotes de la higuera en tu Cruz.
Los que nos dicen que no hay otro camino más que morir todo el tiempo para repartir misericordia, que es el lenguaje de tu amor.
Aquí sigo, te contemplo y te escucho, gritando desde tu Cruz que no hay otro camino.
Que tú no me dejarás sola, que la luz de tu mirada en forma de tu Palabra será mi guía y mi aliento. Que algún día de tu mano, seré yo quien aprenda a morir por los demás, para ti.

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