¿Cómo no sentirnos junto a Dios constantemente cuando estamos rodeados, empapados e invadidos constantemente por Él ?
¿Cómo no reconocerle en la grandiosidad del Universo, en la naturaleza, en las plantas, en los animales, en la inmensidad del mar, en las montañas, en los valles, en las ciudades?
¿Cómo no reconocerle en la concepción y venida al mundo de un niño,.. en el misterio de la vida?
¿Como no reconocerle cuando nos guía, nos conforta y nos ilumina en nuestra vida ?
¿Cómo no reconocerle en todo lo que nos rodea en cada instante: la luz, el aire, la lluvia, el fuego, el agua..?
¿Como no reconocerle en cada latido de nuestro corazón?
¡Sí, reconozcamos al Señor!,
¡Sí, escuchemos a su Hijo Jesucristo y llevemos a nuestra vida su Evangelio!
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