"Fieles De Dios, venid a escuchar, os contaré lo que ha hecho conmigo, a Él gritó mi boca y lo ensalzó mi lengua." (Salmo 23)
Cuando decimos a los demás lo que Dios ha hecho por nosotros ... cómo nos liberó de nuestras angustias ... cómo sentimos que nos saca de las penas y tribulaciones ... cómo está siempre esperando que volvamos a sus brazos para acariciarnos y curar nuestras heridas, las que nos hicieron por no hacer lo que Él nos pide .... cómo está esperando para hacernos resurgir de nuestros escombros ...
Cuando contemos esto a nuestros hermanos también ellos creerán o al menos dirán: vamos a ver ... como los discípulos cuando preguntaron: ¿donde moras? y Jesús les dijo: venid y lo veréis... Fueron y vieron ... Y se quedaron con Él.
¡Bendito seas Señor!
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