jueves, 15 de febrero de 2018

Poemas II.- NO ME FUE FÁCIL

"Jesús le respondió: «Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna.» Le dice la mujer: «Señor, dame de esa agua, para que no tenga más sed y no tenga que venir aquí a sacarla.»" 

Jn 4;13-15
 
 
NO ME FUE FÁCIL
 
Señor, no me fue fácil encontrar tu agua, pero sí recuerdo desde siempre, mi sed
Una sed que ha acompañado mi vida y mi transitar por el mundo
Una sed calmada tantas veces por esa agua que el mundo ofrece a cada paso.
Agua del mundo, fácil de encontrar y fácil de beber, agua que bebemos y que provoca aún más sed.
Tu agua, Señor, se busca desde la desesperación de un sed no colmada.
Se busca desde el grito de un alma cansada que, como tierra agrietada, reclama el agua que le devuelva la Vida.
Y tu agua se encuentra.
Yo la encontré arriba, en lo alto, escondida,  y comprendí que a tu fuente se llegaba por caminos de  renuncia a uno mismo, de espera, de paciencia y de creer firmemente que esta fuente tuya, escondida en lo alto, es la definitiva.
Cuando se prueba tu agua, Señor, se sabe que ninguna otra servirá.
Y aunque, a veces, en nuestra vida diaria, las aguas estancadas del mundo nos ofrezcan calmar nuestra sed, nosotros, los que un día bebimos el agua de tu mano, sabemos que nuestro manantial está allá arriba, en lo alto, preservado del mundo por la transparencia de nuestro Dios

(Por Olga Alonso)
 
 
"He aquí a Dios mi Salvador: estoy seguro y sin miedo, pues Yahveh es mi fuerza y mi canción, él es mi salvación,» Sacaréis agua con gozo de los hontanares de salvación.» y diréis aquel día: «Dad gracias a Yahveh, aclamad su nombre, divulgad entre los pueblos sus hazañas, pregonad que es sublime su nombre." 
Is 12;2-4

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