Es Navidad
Un día le dije a Dios que tenía miedo del mundo que me rodeaba y también de mi mismo, pues temia terminar siendo una figura inerte más, en la gélida e inhóspita sociedad que, orgullosa de sí misma, había decidido que toda Transcendencia era prescindible. .una forma "elegante" de afirmar que no te necesita Señor.
Era tal mi zozobra, e incluso angustia, de convertirme en un glaciar andante entre millones de glaciares supuestamente vivos, que, haciendo acopio de una audacia inaudita, rogué a Dios que me diera algo de su Fuego, aunque no fuese más que una chispa.
Se inclinó amorosamente hacia mí y en un susurro que parecía el murmullo que hace el agua al deslizarse por un venero, oí que me decía: Escucha, pon atento tu oído, porque aún no te has enterado: *El Fuego se hizo carne y prendió entre vosotros* ...y continuó: ¿A qué esperas? ¡Deja de quejarte..tienes mi Fuego a tu alcance..! ¿No ves su resplandor en el Evangelio de mi Hijo?
ES NAVIDAD
(A. Pavía)
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