jueves, 21 de mayo de 2020

SIEMPRE DE TU MANO

"Si me olvido de ti Jerusalén, que se me paralice la mano derecha".
Olvidarte de mi, mi Dios?..., paralizarse tu mano derecha?... Me estas diciendo Señor, que es imposible, que eso no va a ocurrir porque todo lo que realizas con tus manos, todas las obras de tus manos son consecuencia de los chorros de amor que manan de las profundidades más hondas de tu compasivo corazón.  Tu eres Amor, y por amor has creado al hombre,  me has creado a mí.
Sí..., "Lo hiciste poco inferior a los ángeles,  lo coronarse de gloria y dignidad; le diste el mando sobre las obras de tus manos. Todo lo sometiste bajo sus pies". (Salmo 8,6-7)
"Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado. Qué es el hombre para que te acuerdes de él? Quién soy yo para que te acuerdes de mí..., pues me llevas siempre de tu mano?...tú lo sabes Señor, de tu mano, cuando abrí por primera vez mis ojos a este mundo,  me mostraste la luz para poder ver las maravillas de tu creación. De tu mano me has llevado a todas las personas que anudaste a mí querer.  De tu mano he recibido tus dulces caricias consolandome en mis momentos tristes. de tu mano he recibido la fuerza para levantarme todas las veces que he caído cualquiera que fuese la circunstancia. De tu mano, siempre de tu mano voy aprendiendo a vivir, no a sobrevivir.  De tu mano sólo recibo bendiciones. De tu mano he conocido a tu Madre María que me aconseja y me dice que haga lo que tú me digas, (Juan 2,5) enseñándome a obedecer; y he sabido que tu Madre también es mía. De tu mano has ido presentándome a quienes me hablan de ti para que te conozca mejor, y te de a conocer. De tu mano he recibido GRAN LIBRO DE LA VIDA, en el que tú mismo me hablas al corazón.  De tu mano me haces sentir el gozo de tu presencia viva en el EVANGELIO (El gran libro).  De tu mano me siento segura. De tu mano voy aprendiendo a ser tu discípula.  De tu mano Señor, siempre de tu mano, mi alma desea saber corresponderte al inmenso amor que me tienes.  De tu mano recibo el alimento que mi pobre alma necesita: Palabra, Oracion, Sacramentos...
Yo sé que tú mi Dios, no te olvidas de mi. De tu mano, siempre de tu mano quiero vivir y de tu mano quiero morir,  porque de tu mano descubrí que tu eres mi vida eterna,  donde mi gozo no tendrá fin. Por tantas y tantas cosas más,  cómo podré pensar que te olvidas de mi?..., si tu mano creadora, tu Santo Espíritu trabaja en mi alejándose del sinsentido mundano, al descubrirte por pura gracia, que sólo tú me puedes hacer feliz. 
No es posible Padre mio que se paralice tu mano derecha,  como no es posible que te olvides de mí.
De tu mano, Señor, mientras algunos caen derribados, de tu mano, tu me mantienes en pie, porque tu diestra es poderosa.  Tu mano me mueve, me sostiene,  me conduce, me lleva cada vez más alto, más adentro de Ti
Tú Señor que conoces mi debilidad, guardame del enemigo, dame siempre tu mano u ven conmigo.  Vienes, entiendes tu brazo para apartarme con tu mano de todo peligro. "Tus acciones Señor, son mi alegria, y mi júbilo las obras de tus manos (Salmo 91) Cómo soy tu obra,  sé que no vas a abandonar la obra de tus Manos. Gracias Dios mio por amarme tanto. 

Mari Pili

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