lunes, 26 de octubre de 2020

PARTIR LA PALABRA. Salmo 5

SALMO 5,8:

"PERO YO POR TU GRAN BONDAD ENTRARÉ EN TU CASA, ME POSTRARÉ ANTE TU TEMPLO SANTO CON TODA REVERENCIA".

ESTE VERSÍCULO ME LLEVA A ESTE OTRO VERSÍCULO: SALMO 122 (121), 1-2: "QUÉ ALEGRÍA CUANDO ME DIJERON VAMOS A LA CASA DEL SEÑOR, YA ESTÁN PISANDO NUESTROS PIES TUS UMBRALES JERUSALÉM." 

LA IGLESIA ES MI CASA, NUESTRA CASA Y EN ELLA RECIBIMOS AL SEÑOR EN  SU PALABRA, EN LA EUCARISTÍA. EN LA IGLESIA TENEMOS A NUESTRO ALCANCE LOS SACRAMENTOS QUE EL SEÑOR NOS HA REGALADO EN SU INFINITA MISERICORDIA PARA NUESTRA SALVACIÓN.
¡QUÉ ALEGRÍA ENTRAR EN TU CASA, SEÑOR!
SOMOS PEREGRINOS HACIA LA PATRIA ETERNA Y ALLÍ TAMBIÉN NOS TIENES PREPARADA UNA MORADA JUNTO A Ti.

SALMO 5, 12- 13:

"QUE SE ALEGREN LOS QUE SE ACOGEN A TÍ CON JÚBILO ETERNO; PROTÉGELOS PARA QUE SE LLENEN DE GOZO LOS QUE AMAN TU NOMBRE".

ESTE VERSÍCULO ME LLEVA A HECHOS DE LOS APÓSTOLES 5, 41, EN EL CUAL SE NOS DICE QUE LOS APÓSTOLES SALIERON CONTENTOS POR HABER MERECIDO PERSECUCIÓN  A CAUSA DEL NOMBRE DE JESÚS. 
CONCÈDENOS SEÑOR A TODOS LOS QUE NOS ACOGEMOS A TÍ ESA SANTA ALEGRÍA DE LOS DISCÍPULOS DE JESÚS.

SALMO 5, 3:

"HAZ CASO DE MIS GRITOS DE AUXILIO".

ESTE VERSÍCULO ME CONDUCE A ESE PASAJE DEL EVANGELIO EN QUE UN CIEGO GRITABA CADA VEZ MÁS FUERTE PARA LLAMAR LA ATENCIÓN DE JESÚS. 

EN ESTA MAÑANA MI SÚPLICA AL SEÑOR, MI GRITO ES POR TODAS LAS PERSONAS QUE ESTÁN FUERA DEL CAMINO DE JESUCRISTO, PARA QUE LO ENCUENTREN Y SE ABRACEN A ÉL Y PARA QUE YO PERMANEZCA EN ESE MISMO CAMINO HASTA EL FINAL DE MIS DÍAS Y NADA NI NADIE ME PUEDA SEPARAR DEL AMOR DE DIOS.

Paloma

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