Un israelita dice amorosamente a Dios: "Con tus hechos Señor me regocijas... qué profundos son tus designios". Este hombre por medio de la Palabra conoce la intimidad con Dios, proclama que se sabe amado por Él, no solo por lo que hace a su favor sino también por sus designios, que marcan su vida. Una lectura superficial de esta proclamación nos podría hacer pensar que a este hombre todo le ha ido muy bien, de ahí su gratitud hacia Dios. Sin embargo no es fácil acoger los designios de Dios. Con frecuencia el júbilo da paso a desánimos, noches oscuras, incomprensiones por mantenernos en el Discipulado... etc. que tambalean los designios de Dios que un día acogimos con gozo, claro que su experiencia de amores únicos con Dios, amores que no se los ha inventado, es más, están escritos en su alma, mantienen su fidelidad a Dios, por eso es Sabio. En este Salmo también aparece el Necio que ante las mismas pruebas que sufre el sabio se hunde, no le entran en la cabeza como dice el salmista: "El necio no entiende... no comprende estas cosas."No entiende por qué siempre ha ido a remolque respecto a Dios”, nunca le ha buscado.
P. Antonio Pavía - comunidadmariamadreapostoles.com
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