De los manantiales sacas los ríos
para que fluyan entre los montes (Sal 103).
Los ríos cuando nacen son pequeños.. solo un chorro de agua ... Pero buscan su sitio para avanzar hacia su fin que es el mar y de camino riegan lo que hay alrededor.
Dice el Salmo que se llenan de savia los árboles del Señor los cedros del Líbano que Él plantó.
Así son los discípulos del Señor en nuestro caminar a nuestro mar que es Dios, Riegan lo que hay a su paso para que sean cedros del Señor.
Nacen puequeños e insignificantes pero llegan a su fin .. regando todo lo que hay a su alrededor.
¡Qué hermosos los pies del que trae la buena noticia, y qué mejor noticia que saber que DIOS NOS AMA!
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