"A dónde iré lejos de tu aliento? dónde escaparé a tu mirada? Si escalo el cielo, allí estás tú. Si me acuesto en el abismo, allí te encuentro.(Sal 138)
Me imagino a nuestro Buen Pastor buscándonos por todas partes, no le importa donde tenga que meterse... entre zarzas y espinas.. en el desierto de nuestra vida.... allí nos encuentra y en vez de reprocharnos nuestra mala conducta ... nos abraza y nos carga en sus brazos, nos mima y nos dice palabras dulces y amorosas ... y nos lleva al redil y -dice el Evangelio- que hay más fiesta en el cielo por alguien que se convierte que por cien justos.
¡ESTE ES NUESTRO DIOS!
No hay comentarios:
Publicar un comentario