No solo de pan vive el hombre sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios, responde Jesús a Satanás cuando le indujo a convertir unas piedras en panes para saciar su hambre después de ayunar. Jesús no nos está diciendo que el pan, que simboliza los bienes materiales, sean malos, sino que no nos dobleguemos ante ellos. La señal que nos indica que no nos doblegamos ante los bienes de este mundo o, mejor dicho, que éstos no nos doblegan, es saberlos poner en su sitio.Todo aquel que ha encontrado a Dios, sabe que cuando Juan dice que la Vida está en la Palabra (Jn 1,4), se está refiriendo al Manantial de Vida en abundancia que brota del Evangelio de Jesús. Aunque parezca absurdo, la tentación es ¡aliada nuestra!, pues gracias a ella se abre en el hombre la libertad para escoger entre doblegarnos a ella o elevarnos sobre ella. Hay una calidad de vida en esta elección y nadie puede elegir por tí.
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