viernes, 15 de marzo de 2019

REFLEXIONES AL EVANGELIO DEL II Domingo de Cuaresma. Ciclo C (Lc9,28b-36) 17-03-2019

El Evangelio de hoy nos habla sobre la Transfiguración de Jesús el Señor. Pedro,Santiago y Juan, testigos privilegiados, ven que su rostro y todo su ser irradia la Gloria de Dios. Hasta ahí podríamos decir que les pudo parecer normal pues a pesar de sus dudas creían seguir al Hijo de Dios; lo que sí les deja sin habla es que junto a Él, y también resplandecientes de gloria, estén Moisés, a quien la Escritura llama el Amigo de Dios y Elías, a quien Israel identifica con el Fuego divino. Como he dicho los tres apóstoles quedan sobrecogidos, hasta que Pedro acierta a decir: ¡Qué bien estamos aquí..quedémonos...! Quizás era suficiente para el y los otros dos, pero no para Dios que les dijo: Éste es mi Hijo Amado, ¡Escuchadle! Fijémonos que Dios Padre no proclamó más mandato en el Evangelio que éste, lo que indica que hacer nuestro el Evangelio, salido de la boca de Dios, supone un salto cualitativo en la fe y el discipulado.. Escuchar el Evangelio que irradia la Gloria de Dios (1 Tm 1,11) implica participar de ella, de ahí que el mismo Pablo exhorte a los discípulos de Colosas a que busquen las cosas de arriba..las de Dios para que lleguen a ser gloriosos como su Hijo ( Col 3,1-4)

(Antonio Pavía-Misionero Comboniano)
www.comunidadmariamadreapostoles.com

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