"Cantad a Dios, tocad en su honor,
Alfombras el camino del que avanza por el desierto,
Su nombre es el Señor. Alegraos en su presencia." (Sal 68).
Cuando el Evangelio apareció en mi desierto, sentí gran alegría y liberación y también la angustia de no encontrar el camino.. pero Dios estaba ahí y yo no lo veía, solo resonaba en mí lo que dice otro salmo: "donde está tu Dios ..." y Él estaba preparando para mí una morada...
Señor, has preparado mi corazón para acoger tu palabra . Y tú me harás "llegar a ser". .
El día que comprendí que sin ti nada puedo y te dije: Señor haz en mi... la paz y la felicidad entró en mi alma.
"Derramaste en tu heredad, oh Dios, una lluvia copiosa, aliviaste la tierra extenuada ...."
ESTÉ ES NUESTRO DIOS
(Carmen Pérez)
comunidadmariamadreapostoles.com)
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