Tú nos enseñaste con tu muerte que hay que sumergirse en el mal para vencerlo
Tú nos mostraste cómo entrar en él: perdonar, no juzgar,.. y amar sin medida a quienes son su presa
Tú nos dijiste que no existe otra forma,
que el mal no se batalla desde fuera,
que hay que mirarle de frente
y llenar de amor lo que él llena de ignominia
Tú te inmolaste y abriste tu Vida a ese mal: lo aceptaste y lo envolviste con tu amor que es el Bien infinito.
Si sufrimos ante el mal somos Tú sufriendo,
si dejamos retazos de corazón en esa batalla y entregamos nuestra vida a ese fin por amor, somos tus dignos discípulos.
Y, como muestra final de esa entrega,
perdonar sin medida, compadecerse,
amar y derrotar al mal
derramando sobre él, el amor que lo ahoga y le arrebata su esencia
(Olga Alonso) comunidadmariamadreapostoles.com
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