martes, 30 de mayo de 2017

AMEMOS LA LITURGIA.- 10.- LA REVERENCIA A JESUCRISTO (por TomásCremades)

Numerosas son las veces que a lo largo de una Eucaristía nombramos a Dios en la Persona de Jesucristo. 
Por ejemplo en el canto del Gloria: “…Gloria a Dios en el Cielo…Señor, Hijo único Jesucristo…, porque sólo Tú eres Santo, sólo Tú, Altísimo, Jesucristo…”
Igualmente en el Credo, en la Misa dominical, decimos: “…Creo en Dios Padre todopoderoso,…, creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor…”
Y, así, en numerosos cantos de alabanza a Dios, reflejado en la segunda Persona de la Santísima Trinidad. 
Pues, cada vez que pronunciaos su santo Nombre, hacemos una leve inclinación con la cabeza, en señal de respeto y veneración, como culto de adoración, único que debe ser adorado por ser Dios en la Trinidad.
Son esos pequeños detalles de amor y veneración al que es Dios y Señor del Universo, admitiendo, al mismo tiempo, nuestra pequeñez ante la Omnipotencia y Majestad de Dios. Detalles que nos acercan a Él, como Dios vivo y verdadero.
Alabado sea Jesucristo
 
 

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