He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto. Lc 24; 49
YO NO PUEDO
Yo no puedo arrancar estas raíces que contaminan mi corazón.
Yo no puedo amar a quien me hiere
Yo no puedo renunciar a lo que deseo
Yo no puedo preferir mi humillación a mi gloria.
No puedo renunciar voluntariamente a la grandeza que la vida me ofrece y dar un paso hacia atrás, sin hacer ruido.
Yo no puedo vivir sin certezas, yo no puedo desprenderme de lo que tengo.
Yo no puedo , Señor, pero tú si puedes por mí.
Lo que yo sí puedo es levantarme cada mañana y gritarte cuánto lo deseo; abrir estas páginas y rezar para escuchar tu voz y sentir que es posible.Yo no puedo volar, Padre, pero me has dado la voluntad de quererlo, de amar la idea de llegar un día a poder lo que hoy no puedo.
Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Yavé tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Is 40; 29-31
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