No escondas tu rostro a tu siervo,
Estoy en peligro, respóndeme en seguida,
Espero compasión y no la hay,
Consoladores y no los encuentro
(Salmo 68).
Llega un momento en nuestra vida.. que estamos solos, y solo Dios puede ayudarnos, no tenemos ya nadie que nos defienda.. y es entonces cuando nos volvemos al Padre... como el hijo pródigo... Después de haber derrochado nuestra vida con COSAS ... que no son la Vida sino un sucedáneo... Y ahí es cuando el Señor nos recoje como a la oveja perdida ... Y nos lleva sobre sus hombros de vuelta a casa ... Y dice que hay más fiesta en el cielo por un pecador que se convierte que por cien justos... ¿hay alguien que nos ame tanto?
Señor haznos volver a ti .. AMÉN
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