Del Salmo 31” Que todo fiel te suplique en el momento de la desgracia: La crecida de las aguas caudalosas no lo alcanzará”.
Del Salmo 56”Misericordia Dios mío, misericordia, que mi alma se refugia en ti; me refugio a la sombra de tus alas mientras pasa la calamidad”
El discípulo de Cristo, que siempre está en extrecha unión con el Padre, dejándose amar y abrazar por Él, cuando llega el momento de la desgracia, sigue unido a Dios y busca refugio en Él y ora como Jesús oró en el Huerto de los Olivos “ Padre, aparta de mí este cáliz pero no se haga mi voluntad sino la tuya”.
Un verdadero discípulo de Jesús ha aprendido de su Maestro a confiar y abandonarse en manos de Dios.
Jesús en el Huerto de los Olivos experimentó tristeza y angustia. Su sufrimiento tuvo que ser intensísimo pues sudó gotas de sangre.” Jesús sufriendo mucho aprendió a obedecer”. El Padre no lo libró de esa Hora, pues para esa Hora había venido al mundo, pero al tercer día lo resucitó y así lo glorificó. El Señor también glorificará a sus discípulos que como Él , también sufriendo mucho han aprendido a obedecer.
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