"Él habló y levantó un viento tormentoso, que alzaba las olas a lo alto. Subían al cielo, bajaban al abismo,.." (Salmo 106).
Esto me ocurre cuando escucho la palabra de Dios, me transporta ..al cielo .. porque veo que es la verdad, pero al mismo tiempo me veo incapaz de hacer lo que me dice, me supera y eso me hace caer al abismo...
En el mismo Salmo dice que el Señor transforma el desierto en estanques, el erial en manantiales de agua.
Sólo me queda ...como dice el Salmo 18:
"Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio..." y esperar que el Señor haga en mí lo que yo no puedo ... Este es nuestro Dios,
AMÉN
(Por Carmen Pérez)
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