Creer sin ver con otros ojos que no sean los del alma.
Tener, por tu gracia, acceso a Ti desde aquí.
Poder sentirte y tocarte porque tú lo has querido.
Alcanzar lo que era un sueño
Con la terquedad del que escuchó tu promesa y perseveró hasta el imposible
Sujetando tu Palabra: “dichosos los que crean sin haber visto”.
Dichosa yo que te he visto sin verte.
Dichosa yo que te buscaba allí, donde te encontré y por eso creo.
Bendito tú que quisiste enseñarme.
Bendita tu voluntad de abrirme los ojos.
Alabado sea tu deseo de acogerme en tu Luz.
(Olga Alonso)
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