"«No está el discípulo por encima del maestro, ni el siervo por encima de su amo. Ya le basta al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su amo. Si al dueño de la casa le han llamado Beelzebul, ¡cuánto más a sus domésticos!"
Mateo 10 ; 24-25
Cada día naces en mí y arrebatas un poco de ese yo que quiere morir.
Una vida dedicada a morir para mí y nacer para Tí.
Un camino elegido, tras tus pasos para aprender de Tí.
Para aprender conociéndote y, para, conociéndote, amarte.
Llegar a amarte sobre todas las cosas como meta de vida,
¿Qué más se puede pedir?
Dejar de amar quién yo era, quien soy y dedicar mi tiempo, lleno de esperanza a transitar esta vida hasta que un día, mirando hacia dentro, hacia mi corazón, solamente te encuentre a Tí..
Dt 4; 39-40
(por Olga Alonso)
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